Llevo toda la semana escuchando debates sobre la noticia demoledora para los amantes de la carne: según la OMS las carnes procesadas y rojas son potencialmente cancerígenas. Es decir, que su consumo puede aumentar en un 18% las posibilidades de padecer algún cáncer. Nosotros no tenemos que preocuparnos mucho, sino seguir manteniendo la dieta mediterránea en nuestro día a día. Porque comiendo equilibrado se puede comer de todo, pero las sociedades anglosajonas son las que deben tomar medidas austeras.
Por si no fuera suficiente con este pedazo de golpe moral para los devoradores de carne, van y les dicen a los americanos que el 2% de los perritos calientes contienen ADN humano. ¿Cómo se os queda el body? Además, según la empresa Clear Food, el 10% de los perritos vegetarianos contienen carne y el 14% de los ingredientes no vienen indicados en sus etiquetas. Vamos que no saben ni lo que comen. Cabe matizar que ese 2% de los hot dogs no es que estén hechos de carne humana, sino que existen problemas de higiene que hacen que se encuentren restos humanos en los perritos. La verdad que no sé qué me da más asco ahora.
En el estudio para obtener estos resultados sobre cómo están elaborados los hot dogs, se escogieron 75 marcas distintas en 10 puntos de venta para comparar 345 salchichas. Una buena muestra, ¿no?
Entiendo que este tipo de noticias haga que os planteéis el consumo de productos cárnicos, yo me lo voy a tomar tan en serio que dejaré de ver películas del actor Kevin Bacon. Bueno después de este pequeño chiste malo, quiero ponerme en la piel de los veganos y musulmanes, porque escuchar que las salchichas vegetarianas que se están comiendo contienen una pequeña porción de carne tiene que afectar. Más aún si tu religión no te permite comer cerdo. ¡Qué forma de engañar al consumidor! Y menuda falta de respeto...
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