
Dicho esto, Richard Clem es un pobre ciudadano estadounidense que sufre al no poder remediar un exceso incontrolado de gases. Hecho que produce un malestar general en su puesto de trabajo, porque por mucho que encienda unas velas o abra las ventanas ese olor era insoportable. La clientela se había quejado de esas asquerosas flatulencias también. A consecuencia de ello y al ver que no había otra solución, decidieron despedirlo. Clem trabajaba en una tienda de la compañía cárnica Case Pork Roll en Trenton (Nueva Jersey) igual que su mujer Louann. Ella se fue al día siguiente al ver de qué forma tan despreciable habían despedido a su marido.
Todo este problema intestinal viene desde la operación de reducción de estómago a la que se sometió Richard. Pesaba 190 kilos y perdió 54 kilos pasando por el quirófano, Tal como informó al Daily Mail, Louann ha emprendido acciones legales para demandar a la empresa por discriminación y daños morales a Richard y piden que se le indemnice por un buen montante de dinero.
Ya sabéis que en Estados Unidos lo hacen todo a lo grande y en plan película, pero aquí hay un hombre que sufre. La noticia puede ser muy graciosa pero el señor Clem, a su edad, teme no volver a encontrar trabajo por sus problemas gastrointestinales. No ha habido compasión por un hombre que padece obesidad, una enfermedad que abunda en ese país.
Otros artículos:
Pizza y alitas gratis durante un año como agradecimiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario