A medida que vamos modernizándonos, vamos abriendo nuestra mente a nuevas costumbres. Cosas que antes nuestros antepasados se habrían llevado las manos a la cabeza solo de verlas, ahora nos parecen tan normales. Aunque sea todo lo moderno que se pueda ser, a mi me perdonarán mis amigos latinoamericanos porque no entiendo ciertas costumbres que tienen alrededor de la muerte. Las respeto pero me dan un poco de grima, sino decidme que opináis de la noticia que os traigo.
En San Juan (Puerto Rico), la familia del fallecido Jomar Aguayo Collazo decidieron celebrar el velatorio de su ser querido de una forma bien llamativa, al menos a ojos de muchos. Está claro que se tiene que respetar toda forma de velar a un muerto para despedirse de esa persona, pero en este caso tras el respeto se encuentra una enorme repercusión en las redes sociales. El caso es que Jomar fue embalsamado y sentado frente a una mesa jugando al dominó en el bar de su madre. Lo vistieron con su chándal, la gorra y las gafas que vestía de forma habitual. ¿Qué os parece? Una escena completamente chocante. A lo mejor la madre esperaba que la gente se sentará en la mesa y jugara con su hijo. La partida estaba a medias, así que alguien la tendría que acabar, ¿no? Porque Jomar lo dudo…
Por lo que he leído, el hijo no es que fuera un santo. ¿Os pensabais que la escena recreaba el lugar donde falleció? Porque no fue así ni mucho menos. Jomar, con tan solo 23 años, murió por un ajuste de cuentas entre bandas de narcotráfico. Visto así, mejor una partida de dominó que recrear una escena con charcos de sangre y casquillos de bala rodeando a su hijo, ¿no creéis? Tamaris Martín, fue la responsable de la funeraria que lo ha embalsamado, pero no es el primer cadáver que embalsama. En una entrevista para la agencia EFE, comentaba que estas recreaciones “no le parecen de mal gusto, porque todas las personas tienen derecho a ser veladas como quieran. Incluso se podrían considerar una obra de arte". Todo siempre dependiendo de los ojos que lo contemplen señorita Martín, porque no me negaréis que este tipo de arte es un poco, por no decir bastante, siniestro,
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