Los excesos de rayos UVA y sus consecuencias

Llega el buen tiempo y muchos son los que quieren coger un moreno resultón lo antes posible como si no hubiera verano suficiente para conseguirlo. Incluso a los que sufren esa obsesión por broncearse se los cataloga de tanoréxicos, porque aunque ya estén bien morenitos siguen viéndose más blancos que copito de nieve. Es preocupante y no es para hacer broma, están jugando con su salud pero eso queda en un segundo plano para ellos.

Si quieren llegar a tener un buen bronceado antes que nadie, los rayos UVA ayudan a agilizar el proceso. ¿Son saludables? En su justa medida si, pero si te pasas sus consecuencias pueden ser horribles para nuestra piel. Los centros de estética que tienen esas cabinas de bronceado intentan concienciar a sus clientes, aunque a mi modo de ver, el peligro de dañar nuestra piel se reduciría si se prohibieran estas maquinas. Sino que se lo digan a la protagonista de la siguiente historia.

Fotos publicadas por Tawny mostrando los efectos del cáncer.

Tawny Willoughby, una joven de 27 años que padece cáncer de piel, quiere advertir de las consecuencias de sesiones descontroladas de rayos UVA. Con 21 años le diagnosticaron su enfermedad y, según cuenta, cuando estaba en el instituto solía ir entre cuatro y cinco veces por semana a broncearse al centro de estética. Ya lo dicen que los excesos nunca son buenos, y en su caso quién ha sufrido las consecuencias ha sido su propia piel. La imagen habla por si sola. En los últimos seis años ha tenido que enfrentarse a cinco carcinomas de células basales y a uno de células escamosas, según ha explicado ella misma en su perfil de Facebook donde ha dejado el siguiente post:

"¡Si alguien necesita un poco de motivación para no tumbarse en una cabina de bronceado y al sol aquí tiene! Esto es cómo se ve un tratamiento de cáncer de piel. Usa protector solar y consigue un spray de bronceado. Sólo tienes una piel y debes protegerla"

Espero que la historia de esta chica sirva para que todas esas personas obsesionadas en broncearse pisen el freno y cuiden algo tan preciado como su piel. Si la cuidáis, ¡tendréis un aspecto estupendo toda vuestra vida!

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