Ayer, a la gran mayoría de los ciudadanos de este país se les encogió el corazón después de confirmarse el terrible accidente del Airbus A320 de la compañía Germanwings, filial de Lufthansa, en los Alpes en su trayecto Barcelona-Dusseldorf. Una catástrofe aérea en la que murieron 150 personas, 51 de los viajeros eran españoles según confirmaba esta tarde el Gobierno. Una tragedia en mayúsculas, con el añadido de la dificultad en la recuperación de los cuerpos por la zona en la que se encuentra el avión estrellado.
¿Porqué he dicho “la gran mayoría de los ciudadanos”? Pues porque hay personas (si se les puede catalogar como tales) en este país que tienen falta de sensibilidad, respeto, empatía y muy mal gusto en sus comentarios que realizaron sobre el accidente de avión en las redes sociales. Menos mal que son una pequeña minoría, pero aún así duele, más si piensas en las familias afectadas. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha ordenado a las Fuerzas de Seguridad que investiguen el origen y los autores de los más de 200 comentarios ofensivos vertidos en Twitter sobre las víctimas del accidente de Germanwings mostrando satisfacción de que fueran catalanes. Seguidamente os dejaré algunos de los tuits más vergonzosos:
- "Lo del accidente de avión me parece muy bien si había catalanes dentro de él". @JaviRcd99
- "Vale, lo voy a decir yo, pero media España está pensando lo mismo ojalá los 45 apellidos españoles sean de catalanes, vascos y panchitos" @esmusat
- "A ver, a ver, no hagamos un drama que en el avión iban catalanes, no personas" @Pianelo
- "Una pena lo de los 42 catalanes muertos, tendrían que haber sido 100 o así". @BradleyRM
Mis próximas palabras van para estos impresentables que han dedicado unos segundos de su vida en atacar de forma ofensiva y cruzando la línea de lo respetable. Soy el primero en promover que la gente opine libremente, pero hasta un punto y sin faltar al respeto. Cuando se cruza la línea del respeto, el 99% de las veces es por falta de peso en los argumentos que pueden dar. Dicho esto, quiero añadir que mis dos apellidos son catalanes, estoy orgulloso de mis raíces (mi abuela era andaluza) y de la tierra donde vivo, pero no por eso voy a desear la muerte de un aragonés, valenciano o extremeño, es más, me gusta este país por su pluralidad y por la variedad de costumbres entre comunidades autónomas. Espero que el remordimiento de conciencia, si es que tenéis, os persiga el tiempo suficiente como para no volver a hacer un comentario de este calibre. Os dejo en las manos de la justicia para que recibáis un castigo correspondiente al daño que habéis hecho al pueblo catalán y sobretodo a las familias de los desaparecidos.
Otros artículos de interés:
No hay comentarios:
Publicar un comentario