Una madre lo hace todo por y para su hijo, desde que nace se desvive por él, sufre y lo protege. A veces incluso te puedes llegar a preguntar de donde sacan energías para hacer lo que hacen además de seguir con su rutina de trabajo. Unas superheroínas de la cabeza a los pies. Lo sucedido en el estado de Massachusets (Estados Unidos).
Christina Simoes con su hijo en el hospital. |
Según publicaba el diario New York Daily News, Christina Simoes, de 23 años de edad, se quedó atrapada en una habitación de su domicilio en Harverhill junto a su hijo de 18 meses, Cameron, cuando se produjo el incendio. Cuando se había dado cuenta, las llamas ya habían rodeado el edificio. Esperó a que llegaran los bomberos, pero la situación se volvió límite y se vio obligada a saltar desde un tercer piso. Simoes protegió muy bien a su hijo y recibió todo el impacto en la caída. Los médicos le comunicaron a Christina que no volverá a caminar a causa de las lesiones de la columna vertebral que sufrió. Tuvo que pasar el Día de la Madre en el hospital con la espalda rota, pero como dice ella, "todo el dolor vale la pena para tener a mi hijo con vida".
Una amiga de Simoes ha lanzado una campaña en GoFoundMe en donde se pueden hacer donaciones y así ayudar a Christina a pagar las facturas hospitalarias. En poco tiempo ya se habían superado los 35.000 dólares y más de 900 donaciones.
Una madre que merece una estatua. Una madre que pensó antes en la vida de su hijo que en su propia vida y salud. Como me dijo una amiga que es madre, "esto solo lo entiende una madre". Con historias como esta debemos valorar a las madres cada día de nuestras vidas, no solamente en el día señalado en el calendario.
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