Posiblemente os preguntaréis qué es una patente de corso. Era un documento que los monarcas o alcaldes de las ciudades entregaban a los propietarios de navíos para que pudieran atacar a otros barcos y poblaciones enemigas. Se autorizaba a un sujeto para hacer el corso contra los enemigos de la nación. Estos no serían catalogados como piratas ya que no robaban por su propio afán de lucro, sino que eran corsarios contratados para debilitar a los enemigos. Se les trataba como soldados y no como simples ladrones o asesinos sanguinarios. A día de hoy, tenemos la siguiente definición de patente de corso en el diccionario de la RAE: Autorización que se tiene o se supone para realizar actos prohibidos.
Después de haberos puesto en contexto, procedo con la noticia: El estreno de Patente de Corso "El Tratado Ibérico del Hijoputismo". Un espectáculo que aterriza en la sala Pepe Rubianes del teatro Club Capitol para quedarse durante cuatro semanas en la ciudad condal. Alfonso Sánchez y Alberto López dan vida a los dos personajes de la obra, Luciano y Mariano. Luciano posee una patente de corso auténtica con casi dos siglos de antigüedad que quiere vender, asegura que con ella se puede estafar, robar, malversar, saquear y desfalcar sin que caiga el peso de la ley encima del que la posee. Por otro lado está, Mariano, un ciudadano al que la vida nunca le ha sonreído y quiera comprar la patente para ser un hijo de la gran puta.
Ambos personajes se pasean por las sombras y las luces de nuestras realidades, hecho que produce que el espectador empatice con las diversas situaciones que se dan durante la obra. Una obra con una profunda crítica de la actualidad de nuestro país para hacernos reflexionar en qué camino debemos tomar en nuestras vidas.
A Alfonso y Alberto seguro que los reconocéis de sus últimas interpretaciones en la película "Ocho apellidos vascos" y en la serie "Allí Abajo" de Antena 3. Dos andaluces con una gracia natural, personalmente comprobada, que recorren la geografía española para representar Patente de Corso, una adaptación de artículos del periodista Arturo Pérez-Reverte. Justo el día del estreno en Barcelona, me senté con ellos para charlar un ratito. Seguidamente os dejo con la entrevista íntegra.
------------------------------------------------------------------
En internet y tanto en la gran pantalla como en la pequeña se os conoce por ir casi de la mano, ¿cómo nace esta pareja humorística?
A.L: Nace de un trabajo teatral que hicimos en Sevilla. Alfonso me propuso desde su productora trabajar en un cortometraje con él, nos pusimos manos a la obra y luego internet hizo todo lo demás. Ya veníamos con una trayectoria amplia, pero hubo una época en la que no había mucho trabajo y empezamos a producir nuestras propias historias. Todos esos años codo con codo han derivado con lo que es nuestra carrera ahora.
¿Qué tal es la convivencia entre vosotros?
A.S: La verdad que muy bien. Al principio fue una relación puramente profesional y con los años hemos pasado a ser amigos y de amigos casi familia porque somos padrinos mutuamente de nuestros hijos. Así que por fin somos compadres con papeles vamos.
¿Cómo surgió la idea de adaptar los artículos de Arturo Pérez-Reverte para hacer esta obra de teatro?
A.S: Arturo provoca la catarsis en el lector. No lo deja indiferente, lo hace reflexionar, le habla honestamente y con mucho sentido común. Eso en un escenario conecta con la tradición de lo que es el teatro y en concreto los monólogos. Sus artículos parecen monólogos.
La idea de adaptarlo es un poco como hacer un híbrido de lo que veníamos haciendo Alberto y yo junto el hecho de hacer una dramaturgia de los artículos de Pérez-Reverte. De esa mezcla sale Patente de Corso, donde se une Ana Graciani que es una dramaturga con muchísima experiencia. Estamos encantados con el texto y hablo por todos al decir que tenemos un espectaculazo.
¿Ha sido difícil preparar la obra durante la exitosa temporada de la serie Allí Abajo?
A.S: Curiosamente no supimos que íbamos a trabajar en Allí Abajo hasta después del estreno de la obra en octubre del año pasado. Con la serie empezamos en noviembre y Laura Alvea, una de las directoras de casting de la serie, que es mi ayudante de dirección del espectáculo se guardó la noticia hasta el día siguiente del estreno. Fue super bonito saber que íbamos a seguir trabajando juntos.
Con Patente de Corso este verano os lo vais a pasar de gira por varios escenarios del país, ¿va a calar este Tratado Ibérico del Hijoputismo en la sociedad catalana?
A.L: Ese es el objetivo, de momento hay muchas entradas vendidas y la gente que venga seguro, segurisimo que no le va a dejar indiferente. Estaremos aquí un mes y esperemos que la gente hable de que han visto un espectáculo chulo.
A.S: Es una obra muy para Barcelona, pero no de la Barcelona que hay ahora sino la que fue. Esa ciudad con encanto, la época de apogero del Paralelo, con Pepe Rubianes, Eugenio y de Mari Sampere. Este espectáculo tiene mucho de ese espíritu de puerto, cosmopolita y ese sabor genuino. Para todos esos nostálgicos esta función viene muy bien.
Seguro que nos lo preguntamos muchos esto pero ¿se nace con el don de ser un completo hijo de puta o es cuestión de echarle horas? ¿que opináis?
A.S: ¿El hijo de puta nace o se hace? Grandisima pregunta. Quien quiera saber la respuesta tendrá que venir a vernos (risas).
En los tiempos que vivimos parece que en vez de brotes verdes de esperanza, brotan más caraduras. ¿Hay que aplicar mano dura o les reímos las gracias como hasta ahora?
A.L: La mano dura se está aplicando últimamente porque lo de reírles las gracias se está acabando, nos estamos quedando sin las ganas de reír. Esto va más allá de ideologías políticas, el pueblo está diciendo basta y quiere nuevos aires en la política. Necesitamos un cambio.
¿Hay más Lucianos o Marianos en este país? A veces para llegar lejos se tiene que ser un poco Luciano...
A.S: Por fortuna hay más Marianos, pero el problema está que los que controlan, los que están en el poder mayoritariamente son Lucianos.
¿Hay alguna moraleja en esta obra?
A.S: Que... Cómo no vengas, ¡verás! (risas)
A.L: Moraleja: "Te la perdistes".
A.S: La conexión que hemos vivido con el pública es fantástica. Sobretodo hay algo que se repite entre los comentarios de los asistentes: hemos reído, hemos llorado y hemos pensado. Conseguir eso es muy difícil y muy satisfactorio.
¿Cuando acaba esta gira y empiezan nuevos proyectos para vosotros?
A.L: Esto no se acaba nunca (risas). Un espectáculo teatral, si funciona y no tiene fecha de caducidad, puede tener unos dos o tres años de duración.
A.S: Lo que si sabemos es que el 6 de septiembre terminamos aquí en Barcelona porque nos esperan Allí Abajo. A parte de la segunda temporada de la serie tenemos proyectos de cine, cositas que no se pueden decir, queremos materializar la segunda parte de "El mundo es suyo". Hay cositas muy interesantes pero no se pueden hablar de ellas porque se pueden pinchar.
------------------------------------------------------------------
Solo me queda aconsejaros bien para que no os perdáis esta obra. Una obra donde se pretende abrir interrogantes en vez de dar respuestas para remover las mentes de los espectadores. Buena manera de hurgar en las heridas actuales con un toque de humor.
Otras entrevistas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario