Los Jardines de Collet en Sant Antoni de Calonge (Gerona) volvieron a vestir sus mejores galas para la celebración de la segunda edición del Costa Brava Fashion Weekend. Todos los sueños e ilusiones depositadas en este festival de moda se hicieron realidad y la opinión de los más de 8.000 asistentes fue excelente, cumpliendo así con las expectativas generadas el año anterior. Clara Esteve, una de las organizadoras del CBFW, me comentó que "no se puede pedir más viendo la respuesta de la gente".
"Dream Big" era el eslogan propuesto por sus organizadoras. Soñaron a lo grande para ofrecer un fin de semana con los desfiles en la pasarela como columna vertebral del evento. Una pasarela para que diseñadores talentosos del momento puedan exponer sus trabajos con las nuevas tendencias. Nueve desfiles que aunque el viernes se vieron canceladas por la lluvia caída, pudieron verse todos los trabajos durante el sábado y domingo. Algunos incluso repetían del año pasado, como Rita Row que su asistencia el año pasado le abrió las puerta de la pasarela 080 Barcelona."Mucha gente nos ha contactado para desfilar y en el Market aún más", declaraba Clara. Consecuencias de ser un buen escaparate y además en un paraje impresionante como los Jardines de Collet, bautizado por sus organizadoras como el balcón de la Costa Brava. "Es muy difícil encontrar un espacio igual además de un enorme soporte por parte del ayuntamiento y el municipio".
Desfile de Rita Row |
Tres días con pasarelas pero intercalada con música en vivo. Por el pequeño y acogedor escenario del CBFW pasaron Laia Vehí, Marion Harper o la orquesta local Diversiones, que cerró el festival por todo lo alto. Si querías comer algo, las ofertas en el espacio Vintage Food fueron una delicia para los paladares de los visitantes. Las croquetas de La Reina Croqueta estaban deliciosas y si os va más lo dulce, La Creperie de Mariöne.
Una de las zonas que más creció junto al Market, donde había 32 expositores de amplia variedad, fue el espacio Art. Pudimos hablar con Xavi Rovira de ANOMY, creadores de tablas de Paddle Surf rompedoras que dejaron boquiabiertos a los asistentes del festival. "Venir al CBFW ha sido todo un acierto. La gente alucina con estas obras de arte plasmadas en nuestras tablas", afirmaba Xavi.
Han sido meses de trabajo duro pero como dice otra de las organizadoras, Lena Mataró, "ha habido mucho curro pero cuando vemos este gran resultado merece la pena y mucho. Se notaba en el ambiente la expectación generada". Al ser preguntadas si se planteaban unas vacaciones después del festival, respondieron con rotundidad con un "SI" enorme seguido de "sin unas vacaciones, moriremos", entre risas. "Se necesita descansar para seguir soñando a lo grande".
Fue todo un placer ver como el CBFW crece a pasos agigantados, y... ¡Que siga así!
Ver cómo fue la primera edición: We Love #CBFW!
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