miércoles, 16 de abril de 2014

Matar, descuartizar y listo para cocinar

A diario oímos tristes sucesos que ocurren en hogares de todo el mundo. Discusiones de pareja que acaban con el peor de los finales. Es verdad que del amor al odio hay un paso, pero no se debería llegar a este extremo. Deberían recordar que hubo un día en que amaste a esa persona, hay otras formas de solventar los problemas sentimentales.

Roxana Valdés Cano, saliendo de
dependencias policiales.
Una escalofriante noticia proveniente de Chile es la que me ha dejado casi sin palabras, pero intentaré reunir algunas para comentarla. En la localidad de Molina al centro de Chile, ua mujer de 39 años, Roxana Valdés Cano, mató a su marido. Asesinó a balazos a su marido, descuartizó el cuerpo y lo cocinó en una marmita. Si, lo habéis leído bien lo descuartizó y lo cocinó. Lo cocinó varias horas para luego poner los restos en bolsas de basura y llevárselos en su coche para deshacerse de las pruebas. Parece el guión de una película de Hollywood, pero es completamente cierto lo que os explico. Sé que corta la digestión solo de imaginarlo.

24 horas después de hacer lo que hizo, los remordimientos la comían por dentro y se entregó a la policía local (carabineros). Pasó a disposición judicial el pasado lunes. El mayor de los Carabineros Pedro Díaz relató que la mujer descubrió el sábado que su pareja y padre de su hijo de ocho meses, Claudio Muñoz Ramírez, de 43 años, le había robado cinco millones de pesos (unos 7.000€ aproximadamente) que guardaba en su casa, y presa de la furia, le disparó en el tórax con un revólver. No os voy a dar los detalles de como encontraron el cuerpo de Claudio los miembroes de la policía, lo veo excesivo. Según fuentes del caso, ella había denunciado anteriormente a su compañero sentimental por violencia machista y la pareja mantenía una relación tortuosa.

Por mucho que fuera verdad lo que cuenta Roxana, es brutal y desmesurada la forma con la que quiso tomarse la justicia por su mano. Basta ya de violencia en los hogares. Pero aunque lo diga, tristemente seguiremos oyendo este tipo de noticias. 

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