Esa famosa leyenda urbana de que si tardas menos de 5 segundos en coger comida que ha caído al suelo aún no ha cogido ninguna bacteria, ha levantado debates entre los más glotones de la casa. La gula a veces te supera, y ante la posibilidad de desperdiciar ese "trozaco" de pizza, croqueta o pastelito que ha caído al suelo por culpa de tu torpeza o ansia, la Asociación de Glotones de España se inventó esa leyenda urbana para justificar el hecho de comerse algo del suelo.
Como esto era poco creíble, la Universidad de Aston (Reino Unido) decidió testar esa afirmación. Por sorpresa de los más escrupulosos, han podido comprobar que los alimentos que caen al suelo no han sido contaminados por las baterias en ese pequeño lapso de tiempo, podrían ingerirse sin problemas. Esta investigación se ha llevado a cabo con tostadas, pastas, galletas y caramelos caídos sobre tres tipos de suelo diferentes (azulejos, laminados y alfombra) en intervalos de 3 a 30 segundos. Analizando la presencia o no de la bacteria E. coli y la Staphylococcus aureus.
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| Bacteria E. Coli |
El estudio demostró que el tiempo es un factor clave para que las bacterias se transmitan o no al alimento, pero el tipo de suelo y la textura del alimento son otros elemento clave a tener en cuenta. Sorprendentemente, los investigadores comprobaron que el suelo con menores posibilidades de contaminar la comida caída es la alfombra. Los azulejos y laminados son, por el contrario, los mejores aliados de los microorganismos para contaminar alimentos. O sea, que eso pelillos del gato/perro que están en la alfombra no serán condimento extra para el "tigretón" caído al suelo, ¿no? Ahí entra el otro factor importante, porque la textura de la comida influye también: Los alimentos dulces y pegajosos atraen más a las bacterias. Un aplauso para el científico que se ha pasado su tiempo para sacar esta conclusión. Empiezo a pensar que mis deducciones están infravaloradas. Es que el otro día se me cayó un trozo de pizza, conté 5, 10, y hasta 30 segundos pero nada. No hubo forma de que se despegará por si sola lo que parecía ser media cascara de cacahuete.
Lo siento, pero este test no va a hacerme comer todo lo que caiga al suelo. Mi mayor miedo es que si ingiero algo infectado, pueda salirme un herpes en el labio que me desfigure la cara y acabe pareciéndome al amigo Michael Reiziger (ex jugador barcelonista con labios pronunciados) o a Carmen de Mairena. ¿Qué es lo que veo? ¿Un ganchito en el suelo? Mmmmm.... Ganchitos.....
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