Ryanair y la filosofía de Juan Palomo

Es así. Esta aerolínea opera en España como le da la santa gana. Como el mismo Juan Palomo: "Yo me lo guiso, yo me lo como". En este caso, el Juan Palomo es el discutible presidente de Ryanair, Michael O'Leary. ¿Porqué digo todo esto? Mi enfado llega al leer que esta compañía irlandesa tiene la sartén por el mango en este país en el que vivimos. Una cosa es que sean la aerolínea líder en España, con casi 27 millones y medio de pasajeros (muy lejos quedan Vueling con 16 millones y Iberia con 11 millones de viajeros), y la otra es que se les consienta hacer una serie de cosas. Vale que somos casi como una república bananera (perdón lo de república no que aún hay rey), pero es que parece que nos toree todo el mundo. 

Empiezo enumerando algunas de las ventajas que tiene Ryanair en España:

• Ninguno de sus empleados cotizan en España, no pagan IRPF ni Seguridad Social. Claro entonces si te despiden, no tienes derecho a paro. 
• Sus trabajadores tienen contratos de autónomo a través de algún broker con sede en Gibraltar, las Islas del Canal de la Macha, o Irlanda. 
• Reciben subvenciones públicas procedentes de ayuntamientos y Gobiernos autonómicos, en dos años ha recibido 800 millones de euros. 

Michael O'Leay, en estado puro.

A ver si lo entiendo, Ryanair no deja ni un euro en España por los 1.500 empleados aproximadamente que trabajan en nuestro país, y encima les subvencionamos con cantidades de dinero que las podríamos destinar a ayudas para empresas con dificultades de subsistencia. ¡Como mola España! Lo que no entiendo es como no vienen más empresas a chupar del bote. 

Pero cuando digo que el tal O'Leary tiene la sartén por el mango es cierto. Algunos presidentes de Comunidades Autónomas intentaron recriminar/denunciar las acciones llevadas a cabo por Ryanair. Pero se encontraban con una respuesta contundente. "Pues me voy". Y claro, con su marcha muchos aeropuertos de segunda fila de este país acabarían desapareciendo. Ryanair es el principal sustento para muchos de estos aeropuertos. Y ya tenemos demasiados aeropuertos fantasma construidos, por ejemplo el de Castellón o el de Lleida. Datos como que el 93% de los pasajeros que han viajado a Girona son con vuelos de Ryanair, casos similares suceden en Santander, Reus, Valladolid o Alicante. 

¿Podríamos decir que O'Leary y sus colegas ayudan a que ciertas zonas de España reciban más turismo? Si, sin duda. Pero, ¿debemos dejar que una empresa con esta relevancia en nuestros país opere sin dejar nada en nuestras arcas? Respondo no con la misma rotundidad. Si la gente no puede viajar con esta compañía no sufráis que ya encontrarán otra compañía para volar. A lo largo de estos años de crisis me he dado cuenta las veces que he viajado que los aviones siguen llenos. Entonces, quien quiere viajar, viaja aunque le salga por unos euros más. También puede suceder que otra nueva compañía aérea venga a llenar el hueco que dejase Ryanair. No creo que el mundo se acabara con la compañía de este personaje.