martes, 14 de octubre de 2014

La edad no perdona en una orgía

Siempre se dice la famosa frase de "la edad no importa, es un número". Si claro, pero el estado físico se deteriora con el paso del tiempo y hay cosas que ya no se pueden hacer con la misma intensidad. Por ejemplo, el sexo. O es que ¿os imagináis con 70 y tener una elasticidad y resistencia como un joven de 20? No señor, no. A esas edades mejor no tomar riesgos que luego se paga caro. 

Un numeroso grupo de ancianos belgas no debió tener bien enchufado el sonotone cuando sus seres queridos les echaban el mismo sermón. Lo digo porque, ¿a quién se le ocurre realizar una orgía con 200 amiguetes de la tercera edad? ¡Es de locos! Un aplauso para todos ellos por querer exprimir su vida al máximo.  Lástima que la fiesta no acabara bien del todo. 

José Deflandre organizó la mayor orgía de abuelos del país en la población belga de Charleroi, el único requisito era tener más de 65 años. La fiesta se llamaba "Las 50 sombras de Karolos", dodne se consiguió reunir a más de 200 ciudadanos. Pero es que hay más detalles. Hubo una mujer, llamada Jocelyna, que mantuvo relaciones sexuales con 35 ancianos. Una práctica conocida como "gang bang" (los aficionados al cinco contra uno sabrán que es) ¡Toma ya con la abuela! Pero como os decía, la fiesta no acabó con un final feliz. 

Después de varias horas de sexo simultaneo, dos asistentes empezaron a sentir dolor en el pecho y otro empezó a tener problemas para respirar. Aunque llamaron a las ambulancias ninguno de los tres llegó con vida al hospital. Según informa el diario lcoal 'Nord Presse', otros ocho tuvieron que ser atendidos en el hospital más cercano por dolores en el corazón. Desafortunadamente cuatro de ellos no consiguieron sobrevivir, dejando un balance de siete muertos durante la orgía. Se rumorea que una de las posibles causas de la muerte de estos 7 ancianos fueron las pastillas de Viagra que se tomaron para potenciar el rendimiento sexual. Si a eso le añades que lo mezclaron con otras sustancias no reveladas (posiblemente alcohol o otros fármacos que se tomarían al estar en medio de un tratamiento). Una fiesta de película con un final triste. 

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