Cuando empiezas una relación con tu pareja pueden aparecer muchos miedos, pero hay uno que se lleva la palma: el día en que a uno de los dos se le escapa un pedete. Entonces a partir de ahí, pueden suceder dos cosas. Una, la otra persona le pega la bronca al que ha soltado la flatulencia para que eso no se vuelva a repetir, o dos, juntos se echen unas risas porque piensen que es un momento cómico. Grave error porque en ese preciso instante se ha abierto la veda, se ha cruzado esa delgada línea de respeto dentro de la vivienda. El problema se agrava si uno de los dos se excede con la expulsión de gases, entonces al afectado solo le queda revelarse y dar un golpe en la mesa.
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| Dawn Meikle |
Dawn Meikle fue detenida por la policía de Port St. Lucie (Florida) por violencia doméstica. Esa mujer había agredido de forma desmesurada a su marido después de rociarle gas pimienta. ¿Porqué lo hizo? Se ve que su marido era un máquina soltando flatulencias. De acuerdo, esta señorita se ha pasado un poco con lo de "revelarse" pero es que la situación era tan insostenible que explotó. Imaginaros hasta que punto debía apestar la vivienda para que le pegara tal paliza, por suerte le quedaron fuerzas para llamar a la policía. Según recogen los medios locales, ella “estaba cansada de convivir con una persona tan incorrecta, no se podía estar en la misma habitación con él porque a los pocos minutos apestaba”. Unas razones seguramente aceptadas por muchos, pero sobrepasó el apartado legal y el tribunal decretó su traslado a la cárcel de Santa Lucía. Dawn Meikle fue liberada al no tener antecedentes penales, además su marido tampoco había presentado denuncia. ¿Señal que él es el que se siente culpable? Si, culpable por asfixia doméstica.
Una historia un tanto cómica pero que todos habremos vivido una situación similar, eso si, espero que en distinto grado de soltura de gases. Un poquito de por favor, vigilad porque es sabido que los peores son los insonoros. Tened cuidado y sobretodo respeto al que vive con vosotros.
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