jueves, 23 de julio de 2015

Multa para los perros que ladren durante la hora de la siesta

La siesta, ese placer que forma parte de nuestra cultura y que tantos países han adaptado a sus rutinas diarias. Los médicos aconsejan dormir un ratito, sin pasarse, como mucho media hora y en el sofá porque si nos vamos a la cama corremos el riesgo de nos despertarnos hasta la mañana del día siguiente, lo digo por experiencia propia. La siesta es muy saludable y placentera, pero ¿qué pasa si por algún ruido os entorpecen vuestro momento de relax total? Por lo general, nos solemos despertar con un mal humor considerable, es decir, nos levantamos peor que antes de tumbarnos en el sofá. 

Uno de los ruidos más comunes que pueden alterar la siesta es el ladrido del perro de algún vecino. Pero, ¿qué podemos hacer si por naturaleza un perro expresa sus estados de ánimo mediante su voz? Es un animal y le importa bien poquito que el vecino del quinto se haya quedado roque después del carajillo de media tarde. Pues en Controne, pueblo al sur de Italia, se ha conocido esta semana una nueva ordenanza en la que se impondrá multas que van de 25 a 500 euros a los amos de los perros que ladren y perturben el sueño del vecindario. Según el texto municipal, "los perros guardianes de casas, jardines y granjas deben mantenerse de manera que no causen daño agrediendo a los transeúntes y los propietarios deben impedir que los perros ruidosos perturben la paz en las horas nocturnas y la siesta". ¿Qué os parece? También hay que decir que en esta localidad, que no llega a los 1000 habitantes, está prohibido "absolutamente abandonar animales en el territorio comunal, mantener a los perros encadenados y, si esto fuera necesario, la cadena tiene que tener una longitud de cinco metros, garantizando que pueda alcanzar tranquilamente el recipiente del agua y de la comida". Es decir, respetan la siesta, pero también a los animales.

Aquí en España, los ayuntamientos son los que se encargan de medir, controlar y gestionar el nivel sonoro que soportan los ciudadanos en su término municipal. Y es conocido que los ladridos de los perros son uno de los motivos más habituales de conflictos entre vecinos. Aún así, veo exagerado multar a un vecino porque su perro está ladrando en horario diurno. Otra cosa sería que esos ladridos los hiciera de madrugada, superando los límites permitidos de decibelios a esas horas. En parte algunas medidas como las de Controne las veo bien, porque hay dueños de perros que son poco conscientes de cuanto perjudican sus vecinos. Menos mal que son pocos, pero seguro que todos tenemos a algún irresponsable a nuestro alrededor. 

Otros artículos relacionados:

No hay comentarios:

Publicar un comentario