jueves, 6 de noviembre de 2014

Amonestados por golear contundentemente al rival

A los niños que practican cualquier deporte se les intenta inculcar que lo más importante es la participación, la deportividad, el respeto hacia el rival y sobretodo que se diviertan. También es cierto que cuando ese partido se juega en el patio del colegio, lo que premia es ganar si o si a los de la otra clase del mismo curso. Y cuando se escogían dos capitanes para que eligieran sus compañeros de equipo, ¿os pensáis que los capitanes intentaban escoger a sus mejores amigos? No señor, estos elegían a los mejores primero. Pero bueno la ley del patio escolar es otro tema, mejor no hurguemos en la herida que me costó lo suyo superarlo.

¿Porqué hablo de la deportividad entre los pequeños? A ver qué os parece lo siguiente. El equipo alevín del Atlético Aznalcázar ganó, el pasado 18 de octubre, 53-0 al Palomares Junior. Esa desorbitada victoria ha tenido dos consecuencias: la retirada del Palomares de la competición y la sanción a los entrenadores del equipo vencedor. Normal que las pobres criaturas no quieran seguir jugando, les dieron una paliza de escándalo. Lo que no me cabe en la cabeza es como no echaron el freno los entrenadores del Atlético Aznalcázar al ver que estaban ganando fácilmente al rival. 

Entiendo completamente el malestar del órgano de disciplina federativo, como dicen ellos "se trata de un fútbol de formación en el que el marcador es lo de menos. Es un resultado que traspasa la frontera de la humildad". Julián Niza, director de Escuela de Fútbol de la FAF, afirmó que "el escandaloso resultado es antideportivo y dañino para la formación de los jugadores de 11 años de edad". Y añadió que "los técnicos son los principales responsables y requieren de un tirón de orejas para evitar que se repitan este tipo de resultados que debilitan la filosofía deportiva".

Que penita me dan los pobre críos. Les han quitado la ilusión de jugar al fútbol, y quitarle la ilusión a un pequeño es lo peor que hay. Me imagino que los entrenadores amonestados fueron jugadores pésimos de pequeños y lo pagaron con los niños del Palomares Junior. Ahora ya pueden correr a modificar su currículum: gané 53 a 0 entrenando a un equipo alevín. Un fuerte aplauso, se lo merecen, ¿no?

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