Bronnie Ware |
Ella a cada uno les preguntaba si les faltó algo por hacer o si hubieran hecho alguna cosa de otro modo. En definitiva si se arrepentían de algo. Todos pensamos a veces que las cosas que nos suceden pasan por alguna razón, que si pasa es porque tenía que pasar. Pero también son muchos los que si tuvieran el poder de viajar atrás en el tiempo, querrían cambiar algo. Y curiosamente, los pacientes de Bronnie Ware se arrepentían de lo mismo en muchos casos.
Ojalá hubiera tenido el valor de vivir una vida fiel a mí mismo.
Este es el remordimiento más repetido según ella. ¿Cuantos sueños/proyectos se quedaron a medio hacer en tu vida? Por decisiones que tomas o no, muchos se quedan sin hacer. Puedes lamentarte por no haber peleado lo suficiente por ellos.
Ojalá no hubiese trabajado tanto.
Un remordimiento sobretodo entre los hombres. Puede que el ser humano a veces sea muy exigente consigo mismo. Incluso demasiado competitivo y ambicioso a veces. Esto provoca que nos perdamos momentos que ya no volverán a suceder, como ver crecer a nuestros hijos o la compañía de tu pareja.
Me hubiera gustado tener valor para expresar mis sentimientos.
Otros tantos son los que reprimen sus sentimientos, impidiendo llegar a poder ser lo que serían capaces de ser. Con el fin de mantener la paz con los demás, de no crear tensiones. Tus sentimientos y tu opinión son igual de válidos que los de la persona que tienes en frente. No los escondas por miedo al que dirán o como reaccionarán.
Lamento no haber mantenido el contacto con mis amigos.
Las amistades verdaderas hay que cuidarlas bien, no dejarlas de lado. Como dice Bronnie, "muchos se han quedado atrapados y encerrados en sus vidas perdiendo amistades que valen oro por el camino". Un amigo cuando es de verdad te puede durar toda una vida. Brinda a tus amistades todo el tiempo y el esfuerzo que se merecen.
Desearía haberme permitido ser más feliz.
También hay muchos que por culpa de vestir una coraza de hierro a lo largo de su vida, luego se arrepienten de no haber sido más felices. Ríe cuando quieras reír, y llora cuando lo necesites. No lo escondas por miedo a pensar que vas a mostrarte débil o un payaso. Yo soy un claro ejemplo de ello, y los que me conocen lo sabrán bien. Me expresó tal como quiero, sin reprimirme. Llamarme payaso, pero veréis a una persona feliz delante vuestro.
¿Qué sacamos de todo esto entonces? Toca ser felices! Luchar por lo que queráis de verdad, expresaros con total libertad, querer a los de vuestro entorno y que no os quede la duda que sepan que son importantes para vosotros, tenéis que dar la importancia que toca a cada cosa. Parece fácil, pero no lo es. ¡Ponerle empeño y adelante!
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