El dinero es importante y quién diga lo contrario miente. Eso si, será importante pero no el pilar en el que tenemos que sostener nuestras vidas. Tener el dinero entre ceja y ceja puede llevarnos a hacer cosas impensables y perder completamente la moralidad en nuestros actos, sin mencionar el descenso de personas que valen oro a tu alrededor hasta encontrarte rodeado de hienas como tu. Si el ansia por ser poderosamente rico no trae comportamientos inmorales, decidme cómo se explica lo que hizo la protagonista de esta noticia.
Nina Sebastiana, residente en Nueva York, exhumó el cadáver del hombre que la crió para demostrar con pruebas de ADN que no era realmente su progenitor y poder acceder a una herencia de 50 millones de dólares del que ella cree que era su padre biológico. Le daba igual faltar el respeto al máximo nivel establecido de ese hombre que la había criado. Era mucho más importante el dinero, ¿no? Pero esperad porque según ha publicado el New York Post, un juez de Nueva York aprobó esta semana que la mujer, Nina Sebastiana Viola Montepagani, elimine de su acta de nacimiento el nombre de su supuesto padre, tras demostrar los análisis genéticos que no lo era. La juez ni entró a valorar las formas de obtener las muestras de ADN, otro acto incomprensible como veis. ¿Estaría sobornada la juez?
Esta mujer nacida en Brooklyn en 1952, cree desde hace décadas que su verdadero padre era el físico italiano Sebastiano Raeli, fallecido hace cinco años y que dejó tras de sí una fortuna de unos 100 millones de dólares gracias a sus negocios hoteleros. La mujer apunta, entre otras cosas, a la correspondencia mantenida por su madre con Raeli y a los contactos que la familia mantuvo con él antes de morir. Según Nina, Raeli mantuvo una relación con su madre en Roma a principios de los años 50, y esta quedó embarazada poco antes de viajar a Nueva York y casarse con el hombre que la crió como su hija. En el año 2001, la mujer presentó una demanda en Italia para ser reconocida como hija del físico, una petición que fue desestimada dado que en su partida de nacimiento figuraba otro hombre como su padre.
La decisión de la juez elimina cualquier impedimento, por lo que la mujer podría volver a intentar reclamar la mitad de la herencia de Raeli, que de confirmarse que era su padre le correspondería por ley. Sería rica si, pero recordemos que para llegar a ello habrá desenterrado y manipulado el cuerpo sin vida de ese hombre que seguro que fue más padre para ella que el millonario del sector hostelero. Sin duda, vale más una montaña de billetes que el amor de padre recibido durante tu vida...
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