martes, 24 de enero de 2017

Entrevista con Coco Comin por su nuevo musical "Moustache"

Moustache es el nuevo espectáculo de gran formato, creado y dirigido por Coco Comin, que se puede disfrutar en el teatro Apolo de Barcelona desde el pasado 13 de diciembre. Una comedia musical, con el claqué como protagonista, que está teniendo una acogida muy buena por parte del público. Espectaculares coreografías, un asombroso diseño de vestuario de hasta 300 vestidos, una escenografía muy cuidada y un elenco de artistas fenomenales. Este show tiene todos los ingredientes necesarios para disfrutar durante toda la obra. Personalmente después de contemplar la obra, os puedo decir que yo no quería que acabara nunca y mirad que no soy un apasionado de los musicales.

Narra una historia inédita, ambientada en el Londres de principios del siglo XX, donde el “Moustache Music Hall” ofrece espectáculos destinados a la clase obrera, sólo para caballeros con bigote. Divertimento popular, catedral del ritmo y establecimiento de moda de la ciudad. El “Moustache” tiene como estrella principal al Pequeño Max, un exitoso comediante y bailarín con un oculto deseo interior. En la obra se sintetiza en clave de humor los personajes, las costumbres, las tradiciones y los sentimientos de la sociedad británica de la época, invitando al espectador a viajar en el espacio tiempo.

Esta obra tiene toda la pinta de ser un trabajo de orfebre, cuidando muchos detalles y buscando la excelencia en cada escena. Por eso, quise hablar con Coco Comin, la única responsable tanto del guión como de la dirección interpretativa, para curiosear sobre su vigésimo noveno musical, ¡ahí es nada! Seguidamente os dejo la entrevista íntegra.

¿Cómo nace la idea de generar un espectáculo como Moustache?
Nace de tres puntos de partida diferentes. El primero es que hacía un año y medio que no abríamos el telón y era casi como una necesidad. Después porque tengo un montón de estudiantes preparados y graduados que querían empezar su carrera profesional, pero claro a mi me tocó la moral el hecho de que se dijera que el claqué no tiene salida. Quería crear, armar algo que les ayudara a dar el primer paso a algunos de ellos y a los que estaban en paro también. Y por último, tengo una cabeza empresaria pero también piernas de bailarina y el riesgo me gusta y quería crear cosas nuevas.


¿Se podría decir que Moustache representa los ideales artísticos de Coco Comin?
No en su totalidad, es una parcela. Me ha apetecido hacer este espectáculo con aires retros. He creado sobre la marcha, ha sido un autoregalo para mi y así hacer lo que yo quería sin estar sujetos a un libreto, a unas pautas. Si quería saltarme las normas teatrales me las saltaba, por eso una llega a una cierta edad, ¿no? (risas)

Preferiste seleccionar artistas de tu confianza para este show, ¿por alguna razón en concreto? 
Con el tiempo te das cuenta lo importante que es la lealtad en la gente que te rodea. Confían en mi tanto en palabra como en obra. Quería devolverles esta lealtad hacía mi y hemos creado un ambiente muy especial entre todos. No quise convocar castings por lo aparatoso que es y sobretodo para no herir a los artistas al decirles “no”, es muy doloroso.

¿Qué debía tener un bailarín para formar parte de este elenco de artistas?
Ante todo se ha premiado la técnica, el claqué. Se han escogido perfiles que se han buenos músicos de pies, porque el claqué es música. Ellos forman más parte de las orquestra que de otro ámbito. Para este musical también se requería sentido del humor, ser feliz, tener buena resistencia, dotes de poesía, elegancia y la exactitud de un matemático. Todo esto unido conforma un actor con una chispa distinta que el típico actor de teatro convencional. Hacer un musical es difícil.

Entiendo que debe ser difícil hacer que todas las piezas encajen como marca el guión, ¿cuál es la clave?
Que no tengas de tapar carencias de nadie y que todo el mundo lo haga bien. El talento unido hace que todo fluya muy rápido. Lo que ha costado más ha sido el apartado microfonía, hay muchos micrófonos en el espectáculo para que se aprecien todos los matices. Acoplarlos todos y que suenen tan bien para el espectador es una labor encomiable. Hay una ventaja y es que todos se han formado en mi escuela y todavía este cordón umbilical no se ha roto (risas). Entonces no te encuentras con actores que han recibido otra formación, cuando voy a dar una indicación algunos ya saben qué voy a decir antes de que yo la diga. El producto queda homogéneo.

¿Es una obra estrictamente guionizada o se deja paso a la improvisación?
No, no, no, yo soy muy plomo en esto. Todo está marcado. Tienen la mala suerte de que yo vengo cada día (risas), cuando veo que algo empieza a deformarse me pongo en primera fila y empiezo a apuntar en mi libreta. Cuando ven que apunto algo, todo el mundo se cuadra y a lo mejor solo he apuntado “agujero en la media” (risas). No les dejo muy libres no, seguramente llegará el día en que yo me relaje pero a día de hoy seguimos puliendo la obra para perfeccionarla.

¿Es obligatorio venir con bigote al espectáculo o a día de hoy este show es para todos los públicos?
(Risas) Esto es lo que era el Moustache Music Hall a principios de siglo XX. Al maestro de ceremonias le encanta ver gente con bigote y quienes no lo lleven… serán pastos de sus quejas. Es la broma que utilizamos para que la gente entre con humor al espectáculo.

El hecho de que haya música en vivo es un plus importante, ¿no?
Es una condición que nadie debería saltarse. El público debe ser exigente en este campo, el musical es música y debe ser hecha por músicos, no por máquinas. Hay que crear industria, se debe dar trabajo a los músicos. Con la música en vivo se genera una corriente muy especial de comunión con el espectador.

¿Qué opinión sacaríais de estas 5 semanas en cartel? ¿El resultado es el esperado?
Es el resultado esperado, yo estoy muy satisfecha y muy orgullosa de lo que hemos conseguido. Se me cae la baba con los bailarines y los cantantes. Me gusta mucho el producto. Ahora solo queda cuadrar números y amortizar la producción (risas).

¿Pretendéis llevar este espectáculo a otras ciudades?
Un musical siempre nace con esta intención. No se amortiza una producción en la primera etapa de explotación, en 3 o 4 meses no llegas a cubrir los gastos. La gira generalmente va muy bien para cubrir eso. Tampoco es el principal objetivo hacer dinero, sino que el hecho de hacer funciones y pagar el sueldo de los artistas para que las 80 familias que están involucradas en Moustachan vivan de ello. No se hace por dinero únicamente, sino también por el amor a tu profesión. Si tienes la suerte de ganar dinero, eso te da pie a trabajar en la próxima producción.

Aún estando metida de lleno en este show, ¿estás trabajando en nuevos proyectos?
Siempre tengo proyectos paralelos pero muchos no salen a la luz, no son públicos. Hago trabajos de encargo para eventos, ferias, películas y spots publicitarios. Hay muchos frentes abiertos, pero solo se ve la punta del iceberg. Igualmente, un musical es como un bebé y necesita mucha atención, no se puede pensar en otra cosa.

Todo un placer hablar con alguien que ama, con tanta devoción, su profesión. Con Coco, su alumnos no solo crecen como artistas también como personas. Por eso ella se siente como una madre para ellos, se pueden sentir afortunados de ello.

Si queréis pasar un buen rato y que vuestros pies se muevan inconscientemente, no lo dudéis porque… ¡Es un musical que os sorprenderá!



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