lunes, 9 de enero de 2017

Una mujer apuñala a su pareja por haberse comido todas las patatas fritas

Probablemente no me equivoco si digo que todo el mundo tiene entre sus amigos o familiares al típico “culo veo, culo quiero” o “la hiena” a la hora de comer. Esa mirada caníbal que observa a todos los de su alrededor para ver qué comen y cuánto comen, ansiedad por saber si sobrará algo en esos platos y así poder saciarse. Y cuando esa hiena no puede aguantarse más, surge la temible pregunta: ¿eso te lo vas a acabar? Al que recibe dicho acoso solo le queda una salida, ofrecer el plato antes de que pueda perder el brazo al defender su plato. Ya es demasiado tarde, no se debe masticar tanto (aunque lo recomienden los médicos), el truco es abrir bien el gaznate y tragar, tragar y tragar. ¡Au! ¡Au! ¡Au! ¡Esto es Sparta!

En Blacburn van un poco más allá. En una cena en casa de unos amigos, Dianne Margaret Clayton, de 34 años, al percatarse que su novio se había comido todas las patatas fritas le dio una bofetada. Se fue enfadada del salón y volvió con un cuchillo para clavárselo. ¡Pim, Pam! Mira, si se llega a comer toda la coliflor de la mesa hasta lo habrían vitoreado, pero comerse todas las patatas fritas es pena de muerte. Si es que a quién se le ocurre…


Durante el juicio, la señorita Clayton se disculpó por su comportamiento y aseguró no recordar mucho del incidente porque había bebido mucho. ¡Ufff! Una excusa demasiado usada ya Dianne, deberíais haber sido un poco más creativa. Así que no fueron benevolentes con ella y la condenaron a 26 semanas de prisión. Algunos incluso pensaran que se han quedado cortos. Por otro lado, aunque el fiscal dijo que solo fueron heridas superficiales, el joven tuvo que quedarse toda la noche ingresado en el hospital.

Una cosa seguro que habremos aprendido con esta noticia, no seamos caníbales en la mesa y pensemos con el de al lado. Es mejor compartir, ¿no? Y si os van las cenas moviditas, coger sin permiso comida de otro de forma repetitiva. Porque aunque no os lo creáis, al final acaba saliendo el espíritu de supervivencia de la persona más pacífica. Así que…. ¡Espartanos! ¿Cuál es vuestro oficio? …. ¡Comer! ¡Comer! ¡Comer!

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