Cuando casi 1.000 personas mueren en África por Ébola en las últimas semanas, no movemos ni un dedo para ayudar a que esa enfermedad no se expanda en un continente sin recursos y medios para ello. Son más de 1.600 los casos de Ébola registrados últimamente. Cabe recordar que este virus se transmite por contacto directo de fluidos corporales infectados como la sangre, la saliva, el sudor, la orina o los vómitos.
¿Porqué os pongo en contexto? Pues porque este circo de país ha dado luz verde a la mayor gilipollez sanitaria de los últimos tiempos: repatriar a un sacerdote de 75 años infectado por el Ébola. Para ello se ha fletado un avión Airbus A310 del Ejército del Aire español, completamente adaptado para transportar a Miguel Pajares y la monja de origen guinenano Juliana Bohí. Han llegado esta mañana en Torrejón de Ardoz con un dispositivo de aislamiento impresionante. Lo más impactante ha sido el traslado desde el aerpuerto hasta el Hospital Carlos III, dos ambulancias escoltadas por un operativo de la guardia civil como si viniera un jefe de estado o si estuviéramos trayendo a un terrorista buscado por la CIA y la Interpol.
Esperad que esto no acaba aquí. Para dar cabida a estos dos pacientes, los 30 pacientes que se encontraban en las instalaciones del La Paz-Carlos III han sido trasladadas de edificio. Según informa Europa Press, desde primera hora de ayer miércoles, varios operarios han acondicionado a toda prisa la sexta planta del Carlos III, que cuenta con seis habitaciones de aislamiento con presión negativa. Concretamente, se habilitarán tres habitaciones individuales de aislamiento con exclusas con presión negativa aunque no sea necesaria para los casos de Ébola. No es necesario, pero nosotros lo hacemos. Solo faltaba contratar a Dustin Hoffman y que hiciera el papel de la película Estallido.
Miguel Pajares en una imagen de archivo. |
“Me gustaría regresar porque tenemos muy mala experiencia de lo que ha sucedido aquí. Estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como personas, como Dios manda”, son declaraciones de Miguel Pajares a la agencia EFE. Perdona pero el trato que has recibido es mucho mejor que nadie que ha estado enfermo en los últimos tiempos, perdón mejor rectifico, no quería menospreciar su caché ex rey Don Juan Carlos. A lo mejor, si lo hubiéramos tratado como un enfermo más y no movilizarnos como si de una película de Hollywood se tratara, ahora podríamos haber mandado algunos de los recursos malgastados inútilmente a los países donde la enfermedad se está extendiendo. No digo que la vida de Miguel no importe, sino que digo que se ha hecho una actuación brutal de cara a la galería. Puestos así, ¿porqué no llevamos a todos nuestros enfermos de Sida en ambulancias escoltadas a sus trabajos en vez de que vayan en metro o en autobús y los ponemos en salas de aislamiento? Como el Sida también se transmite por líquidos corporales como la sangre y el semen...
Hoy recuerdo a esa mujer madrileña que enfermó en Argentina por una neumonía atípica. Esa mujer pidió ayuda para que la repatriaran a España, pero acabó muriendo un 20 de diciembre y a las tres semanas sus dos hijos de 17 y 19 años traían las cenizas de su madre a España. ¡Vergüenza! Eso es lo que siento. ¿Qué pasa? ¿Es mejor persona un sacerdote trabajando en actividades humanitarias que una mujer madre de dos hijos? Espera,que ya se por donde va la cosa. Politiqueo del bueno. ¿Habrá querido el PP colgarse una medallita por esta acción de repatriación de un enfermo? Preguntas en el aire, pero que todo el mundo se está haciendo en este momento. Vosotros ya sabéis que opino de los políticos de este país.
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