No digo nada nuevo al afirmar que los precios de los teléfonos móviles se ha disparado de una forma descontrolada. También es verdad que cada día estos aparatejos evolucionan exponencialmente, tampoco voy a entrar a valorar qué teléfono es mejor para cada tipo de usuario, qué marca da mejor resultado, o cuál es mejor por calidad-precio. Pero estaréis conmigo que en la sociedad en la que vivimos, sobretodo para los milénials, si tienes un móvil desfasado, lamentablemente eres el apestado/señalado por los que te rodean. Triste pero cierto.
La juventud de hoy en día van con teléfonos de última generación financiados por sus padres, cuando estos jovencitos aún no saben ni lo que cuesta ganar lo que vale el queridísimo smartphone. Y si sus padres no quieren pagar esas barbaridades de dinero, pues, no les queda más remedio que hacer tremendos disparates para llegar a salirse con la suya.
Aquí tenemos el caso de Xiao Wang, un joven chino de 17 años, que quería si o si un Iphone pero al pedirle dinero a su madre para poderlo comprar, esta se negó rotundamente. Xiao no se detuvo ahí y buscó desesperadamente por otras vías la manera de poder hacer frente a la compra. Tanto es así que acudió al mercado negro, donde pudo contactar con una red de tráfico de órganos, quiénes le ofrecieron 3.000€ a cambio de su riñón. ¿Qué hizo Xiao? Accedió sin pensárselo y como buen inmaduro, no se informó de las condiciones en las que sería intervenido ni del post operatorio. ¡Claro! Era más importante tener un móvil a la última, es que no lo entendéis...
Xiao Wang, tal como informa la BBC, sufrió una infección por la operación realizada que derivó en una insuficiencia renal. Aunque ya fuese tarde, Xiao acabó explicándoselo a su madre, y esta lo denunció a la policía que tiempo después arrestaría a las 9 personas relacionadas con los hechos. Los detenidos fueron sentenciados entre 3 y 5 años de prisión, además de pagar una indemnización a la familia Wang de 200.000 dólares.
¿Sabéis como es la vida a día de hoy del pobre Xiao Wang? Este vive conectado a una máquina y necesita de atención médica las 24 horas. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?
Mirad, es cierto, tener un teléfono puede facilitarte la vida y es más sencillo estar en contacto con tus familiares y amigos. Pero este aparatejo como decía al principio, no debería hacernos llegar a jugarnos la vida o estar en números rojos para costearlo. Es un complemento, no una necesidad. ¿Hasta qué punto vamos a llegar? La sociedad se va a la mierda...
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