Es así, el vestido de novia solo lo vas a utilizar un día, supuestamente el más feliz de tu vida, y luego va a pasar a la posteridad como un bonito recuerdo guardado en el armario, desván o trastero. Y digo supuestamente porque no todos los matrimonios son duraderos, hay algunos que pueden llegar a ser fugaces.
Samantha Wragg, de 28 años y residente en Chesterfield (Reino Unido), está en proceso de divorcio y quiere hacer borrón y cuenta nueva. Es tal el punto de querer olvidarse de su matrimonio fallido, que ha puesto a la venta el vestido de novia para poder afrontar los gastos del divorcio. En el anuncio colgado en eBay ella explica que durante un tiempo fueron felices, pero él le fue infiel y huyó con su amante. Sobre el vestido ella indica que “está en buenas condiciones, pero necesita una limpieza en seco para poder desprender el hedor de la traición”. Advierte que “si quieres un vestido cargado de malos recuerdos, esperanzas y sueños rotos, esto es lo que estás buscando". Aunque desea mucha suerte a la que lo compre: "Espero que te traiga mucha más felicidad que a mí y si no... bueno, siempre puedes volver a venderlo aquí". Al menos el sentido del humor aún lo conserva.
Ahora la pregunta que os estaréis haciendo: ¿quién se compraría un vestido de novia con este pasado? La verdad que el precio es relativamente económico, por casi 600€ podríais tener vestido para vuestra boda, según apunta es una cuarta parte de lo que le costó en su día. Una ganga vamos, pero para mujeres poco supersticiosas.
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